Me siento seca. Esa es la verdad. No hay forma poética de poder explicar lo que estoy sintiendo en estos momentos, y a diferencia de esta señorita Tatée, no tengo palabras ni pictografía para esto.
Sólo sé que estoy ahogada, y que en un día ha fluido en mí todo lo que mi corazón ha ido acumulando estos últimos años. Decepciones, frustraciones, recuerdos que no me dejan vivir tranquila y dudas latentes. Así como un volcán, que quizás genera algunos temblorcillos de vez en cuando, hoy está activándose a los ojos de los demás. Y no sé si quiero tener más paciencia. Esa no es una virtud a veces, sino más bien se ha convertido en mi mayor debilidad.
Y el miedo, que también me impide movilizarme. Tengo miedo a sufrir, tengo miedo a llorar, tengo miedo a estar sola, tengo miedo de no cumplir mis sueños. Tengo miedo a fracasar.
Hoy quiero mi cama, a mi mamá y hacerle caso a mis intuiciones de una vez por todas.
Pd. Capaz que esto se me pase, porque otra virtud que se convierte en condena es tener mala memoria y no ser rencorosa...
2 comentarios:
No sé bien que decirte Vere, pero me siento muy identificada con lo que has escrito.
Sabes que me ha servido harto para enfrentar mis crisis? Las flores de Bach. Me parece impresionante cómo es que soy tan permeable a las flores. Es un lindo proceso :)
Saca todo lo que tenga que salir y recuerda una cosa importante: tener paciencia no es sinónimo de ponerte siempre en el mismo lugar en el que te has mantenido por miedo. También considera que mereces todo lo bueno, todo lo mejor, todo lo grande, todo lo bello. Por qué? Porque sí nomás, porque tod@s lo merecemos.
:)
Alguna vez tomé flores pero no me hicieron absolutamente nada. Creo que me personalidad impide que puedan tener algún efecto. Para mi, el llanto y mi cama me alivian la penita.
Gracias Fa, estoy tratando de hacer lo que me dices, a pesar del miedo...
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