De vez en cuando los fantasmas regresan a nosotros y nos hacen recordar que la vida camina hacia delante, sin excusas y sin piedad. Aquellos fantasmas que partieron dejan en nuestro corazón un sinnúmero de emociones, en nuestras mentes otro sinnúmero de cuestionamientos, y en nuestra alma pequeñas cicatrices que sanan con el tiempo y de acuerdo al tamaño de la herida. Y quizás algunas nunca terminan de sanar.
1 comentario:
Ayayay!
Será que estamos llen@s de fantasmas colgando por aquí y por allá?
Me gustaría, sólo si aprendo a escucharles, verles y domarles...
Besito Vere :*
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