HaY dÍaS

Hay días en los que simplemente te preguntas por qué te levantaste de la cama, si estabas tan abrigadita y protegida en ella. Esa pregunta por estos días ha sido recurrente, y al parecer no solo para mí, sino para muchas chilenas (el clan de la Universidad).
Para ponerle la nota pintoresca puedo decir que el miércoles amaneció humeda la ciudad. Pero a la vuelta desde el trabajo no era solo humedad, sino lluvia. Tenía que volver a la Universidad por la tarde, pero decidí irme a pie para no seguir mojando mi parka yy mis guabntes en la moto. Pero nada, ni un colectivo vacío y yo, sin tiempo para esperar. Y ahí se fue la vere motoquera, toda mojada, atravesando tremendos charcos en su moto recién encerada. Subi y bajé luego mil veces las escaleras de la oficina, ah, se me quedó el notebook, ah, se me quedó la carpeta.
Cuando pude superar todas esas peripecias, subí al bus y respiré tranquila pues ya solo tenía que esperar para llegar a los brazos de mi amor. Pero allí estaba de nuevo esta maldita que nos persigue. La panne madrugona me hizo perder 5 horas de viaje (más bien ganar...), pelear con el auxiliar del bus y estar casi todo el jueves sin comer. Reesumen: llegué completamente asqueada y con un dolor de cabeza a mi destino.

Mi Hanna, mi querida Hanna... yo sé que también te estás preguntando qué pasa con todo esto. No lo sabemos... la vida se nos pone ruda a veces y debemos enfrentarla y ponerle la cara bien alta para que vea que a pesar de tenerle miedo, podemos enfrentarla con todas nuestras ganas. Lamento que tu cumpleaños no haya salido tan bonito y alegre como lo esperabas, pero sabes que todo en la vida pasa por algo, y auqnue ahora no sepamos por qué, quizás algún día lo sabremos. Sé y creo en tus fortalezas para superar todo lo que ha pasado y todo lo que se viene. Hoy cualquier cosa que te pudieramos decir sonará inútil y vacía, pero el tiempo, la vida y tú son sabias...