sábado, julio 03, 2010

Cerrar ciclos

Una semana atrás, en fin de semana, recibí un llamado a las 7.00 am. Como siempre, a cualquier hora del día, tomé el celular para ver quién me llamaba, pero solo sonó una vez. La persona que llamaba marcó una sola vez a propósito, al igual que lo había hecho el mes anterior.

Recuerdo la última vez que me llamó. Lo hacía periódicamente, cuando el alcohol sobrepasaba sus niveles de cordura, que lo hacían recordar nuestra pasada relación. Aquella noche me encontraba en Santiago, en una disco luego de escuchar tocar a Javier Barría. Estaba sentada junto a mi pareja tomando un trago cuando llamó para reclamarme, una vez más y decirme cosas que ya no recuerdo.

Pude averiguar hace poco tiempo que él se encontraba en una relación, por lo que me decidí a entablar conversación.

SMS-Hola, tengo una llamada perdida tuya. ¿Que onda?

Al poco rato, volvió a sonar aquella música que le había asignado solo a él. Sonaba un tanto nervioso, pues hablaba sin parar, hilando cada una de las palabras con la siguiente sin detenerse a respirar. En un par de minutos me enteré que efectivamente hace más de un año que tiene pareja, con la cual se va a ir a vivir en estos días; en el trabajo le va bien y es aparentemente feliz. Ha logrado desarrollarse tanto personalmente como laboralmente, lo que me pone muy contenta. Lo más interesante y que sonó como un golpe de brisa para mi fue cuando pudo decirme lo importante que yo había sido para él (aunque, según sus palabras, él no lo había sido para mi), pues fui la persona que pudo encaminarlo en el bello objetivo de tener una relación estable y con la cual ahora vive plenamente. Aquello era como un cierre de ciclo, la conversación sobria que no habíamos podido tener.

Lo que él no sabe, es que si llevo su nombre en un pedacito de mi corazón, pues tuvo gestos tan bellos como sacar en guitarra las canciones que me gustaban, chocolates con almendras para endulzarme la vida y notitas cortadas para que yo misma armara sus partes y de las que solo me desprendí hace un par de meses cuando decidí dejar mi pasado atrás y cambiarme de ciudad.

Muchas veces lo escuché decirme que yo escribía en mi blog de todas mis parejas, menos de él (lo aparentemente le dolía). Hoy se ha ganado este espacio por volverme a acariciar con sus bonitas palabras y con su tierna personalidad. Yo, lamento que uno no decide a quién querer, pues si esto fuera así, seguramente me habría decido por él.

1 comentario:

Mariela dijo...

Es bello cerrar ciclos, pues siempre implica el comienzo de otros =)