martes, junio 01, 2010

El hombrecasiperfectoparami

El hombrecasiperfectoparamí pasó en un día desde ese estado a ser el hombreperfectoparaotra. Todavía me cuesta creerlo. Aquel, que solo le faltaba abrir su corazón y dejar el egoismo de lado para nadar entre las aguas del amor y de los compromisos sin asustarse para convertirse en la máxima perfección que pude imaginar de un hombre, logró ese cometido de una forma increiblemente rápida y se convirtió en el hombre más imperfecto para mí: Aquel que se va a CASAR con otra. La noticia me llegó de su propio puño y computador. Al parecer pensó que sería mejor que él mismo me lanzara el balde de agua fría a que otros lo hicieran. Quizás es verdad, y hasta puedo agradecer la deferencia que tuvo de cortarme el alma en pedacitos de la forma más sutil y amable. Propio de todo lo que hace.

Aún recuerdo el último día que nos vimos. Esa tarde en el aeropuerto le pregunté "¿Qué pasaría si te enamoraras justo antes de irte a Europa a estudiar?" y con toda la certeza y seguridad que tenía en aquel momento, me respondió "Me voy igual". "¿No pensarías en llevártela o algo?", "No, este es un proyecto mío y debo hacerlo solo". A lo cual pensé "Parece que este no se ha enamorado nunca, ya lo quiero ver cuando le pase". Y una vez más, como predicción de gitana añeja, nueve meses más tarde se quita las trancas, los miedos y las barreras para decidir que aquella será la mujer que lo acompañe por el resto de su vida, siendo esto quizás unos cincuenta años.

El golpe anterior que me dio, cuando supe que había una mujer que dormía en sus sábanas, le escribí algunos párrafos, entre los cuales mencionaba "supe que estás en una relación más seria de lo que había imaginado de ti". Esto, al parecer, le chocó bastante, por lo cual me respondió algo como "me conoces un poco para saber que no es tan serio como piensas". Claro, en lo que se equivocó es en mencionar que lo conocía, pues desde el momento en que sus besos tocaron otros labios mientras pocos días antes había hecho la pregunta clave para nuestra relación, entre retozos, bromas y sonrisas me di cuenta que ni el más confiable de los hombres es tan confiable como para confiar... Nuevamente aquello que pensé y supuse con la escasa información que llegó a mis oídos resultó ser más certero, más serio y más importante que todo lo que antes había pasado entre nosotros.

La parte más tragicómica de todo esto, si algo cómico tiene, es que el hecho de que mi Facebook le contara a todos mis "amigos" y los "amigos" de Alejandro la relación que habíamos iniciado fue el empujón que necesitaba para dar el golpe certero. Quizás esto le permitía un poco quitarse las culpas y las tristezas que tiene que haber sentido conmigo, puede haber pensado que el daño sería menor y que quizás tendría alguien en quien consolarme, pues una cosa si (creo) no puedo negar es que a veces resulta ser un hombre empático, y sobre todo lo ha demostrado conmigo (en algunas ocasiones), lo cual confirma el cariño que dice tenerme. Sin embargo, el tiro salió por la culata de alguien más, no sé si de él, o de mi, por motivos y razones que le explico en el mail que recibió de vuelta anoche mismo. Lo bueno de todo esto es que (le) demuestro últimamente, a diferencia de años atrás, ser bastante coherente con mis sentimientos y mis acciones, habiendo guardado el correspondiente duelo a la pérdida implacable y el hueco profundo que dejó en mi alma a diferencia de lo que pudo pensar con la información parcializada que recibió de fuentes poco fiables.

En fin, para cerrar definitivamente en mi vida puedo decir por primera y última vez que ME ENAMORÉ como una idiota y al mismo tiempo y por primera vez como una persona madura. Nunca se lo dije, pues imagínense si se arrancaba al simple hecho de decirle que lo quería o necesitaba, cómo hubiera reaccionado a esto. Y así como uno se enamora, tiene que desenamorarse y continuar viviendo con el dolor que produce saber que no fui ni seré yo la que lo haga feliz como esperaba que fuera. Y así, siendo fiel al dolor que estoy viviendo, a las explosiones de llanto en plena calle (cosa que hace mucho no me pasaba), al dolor de cabeza y a la tensión en mi cuello, corté todo esto de una vez, ahora si decidida a no enviar ningún mensaje de texto lamentándome, ningún correo para compartir hechos de la vida y esperando -terriblemente- no volver a recibir ningún llamado de amistad ni ningún sabio correo desde cualquiera de sus direcciones que pongan en jaque mis emociones y que reviva los dolores de estómago que de vez en cuando me producía.

Como acto psicomágico, me dedicaré en este mismo instante que termine mi spitch de borrar las fotos que todavía guarda el Facebook de aquel tiempo tan cercano en que él resultaba ser quien me alegraba los días y las noches. Parece un tanto ridículo mantenerlas en aquel lugar sabiendo que en su dedo anular brillará un anillo dorado dentro de un tiempo desconocido para mi.

Solo espero que esta vez, a diferencia del año pasado, sus emociones resulten estables, pues 50 años es un tiempo bastante largo y el alma se agota en muchos casos, terminando decepcionados y dispersos como terminaron nuestros padres, y que el amor fulminante que siente en estos momentos no desaparezca de la misma forma en que llegó a su corazón.

Post mortem: Hubiera dado 3 años de mi vida por ser yo...


5 comentarios:

La Fox dijo...

Sabes que nadie te entiende mejor que yo en estas cosas!

Ya lo dijo Paula La Malvada en su blog, los hombres se reducen a dos categorias: los hombres que se quedan, los hombres que se van.

Dejalo ir.


Fuerza en estos momentos!!

Anónimo dijo...
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F dijo...

Amiga querida, sólo sabes que amas cuando la felicidad del otro, te hace igualmente feliz, seas tú u otra persona quien acompaña esa felicidad.. el resto... pasión, posesión, costumbre... aún no vives algo sublime, así que ten la certeza de que viene una bendición para ti pronto.
:)

verelogia dijo...

Facin, es que tú eres tan sabia... yo no sé si alguna vez podré amar de esa forma...

F dijo...

Obvio que siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii !