Quizás antes me podría extrañar y asombrar de cosas como estas. Ahora no. Ahora entiendo que somos cambio y la Verena que se levantará de la cama no es la misma que se acostará hoy a dormir. Con esto también pude entender que el Ser Hümano es un ser en movimiento y transición eterna. El primer choque con esta realidad resultó estresante. La costumbre de confiar en uno mismo y en la capacidad de predición que tenía de las conductas de los demás de acuerdo a sus conductas presentes resultaba cómoda y aceptable. Pero yo misma me he sorprendo haciendo cosas que rompían con mis creencias de lo que era. Hoy solo nos queda aceptar que no podemos saber cómo actuarán las personas, sobre todo en situaciones de desequilibrio para lo cual no estaban preparadas, como un rompimiento o un flechazo. Todo por amor. El amor nos vuelve energúmenos, animales y derrama sobre nosotros todos los instintos que socialmente hemos querido controlar. El amor puede destrozarnos y puede revivirnos, puede cambiarnos y controlarnos.
Hoy nada me sorprende y estoy preparada para cualquier cosa.
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