Si no tuviera mi capacidad de control tan activa, podría haberme abalanzado sobre él, o su cuello, para poder percibir a mi áxima capacidad aquella sinfonía olfativa. Entenderán pocos aquel máximo placer de pocas de poder cerrar los ojos y apretar la nariz contra el cuerpo de otro, con preferencia del cuello, abdomen y axilas.
Por la noche, lo mismo. Entre aquel tumulto de gente, perfumes llamativos como podría ser un axe de mi agrado, adidas, Gio o Calvin Klein, o simplemente jabón sobre la piel. Aquellos agitaban en alguna parte a mi ser y confirmaban mi capacidad de detección. Pienso que hasta en algún sentido esto puede ser contraproducente, pues podría llevarme al error de encontrar atractivo a alguien que a mi vista no lo es. Deberé trabajar en ello, de forma de no generar lo que no quiero sentir.

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