martes, febrero 02, 2010

SIn DiOS...

Es tan difícil vivir sin Dios.

Es una de esas decisiones en la vida que la complican porque ha sido un mecanismo que por siempre ha tranquilizado y controlado al Ser Hümano.

Todavía me tiento de pedirle a él cuando siento que necesito algo importante, pero no. No hay ese que me ayude o haga que las cosas pasen, solo yo. Yo y las energías que confluyen en el Mundo.

Aun así eso hace sentirse un poco desamparado al no tener esa fe ciega en Él. Hay situaciones que escapan de nuestras manos y ahí sería fácil tenerlo y pedirle ayuda. En cambio ahora, si no puedo actuar, solo me queda quererlo con todas mis fuerzas y esperar que el destino diga la última palabra...

(Y que Dios me ayude)

Aceptando mi nueva condicion, mi nueva mente y mi nueva vida.

3 comentarios:

Gabriela Dauvin dijo...

"¿Dónde está Dios?, aunque no exista? Quiero rezar y llorar... disfrutar de ser perdonado por una caricia no propiamente maternal. Poder llorar allí cosas impensables, faltas que no sé cuáles son, ternuras de
cosas inexistentes, y grandes dudas crispadas de no sé qué futuro...
Una infancia nueva y una cama pequeña donde acabe por dormirme, entre cuentos que arrullan, mal oídos, con una atención que se pone tibia, de rayos que penetraban en jóvenes cabellos rubios como el trigo... Y todo esto muy grande, muy eterno, definitivo para siempre, de la estatura única de Dios, allá en el fondo triste y somnoliento de la realidad última de las cosas... Una voz que canta bajo y parece querer hacerme llorar... Cuando coloco en un rincón, con un cuidado lleno de cariño –con ganas de darles besos- mis juguetes, las palabras, las imágenes, las frases –¡me quedo tan pequeño y tan inofensivo... Después de todo, ¿quién soy yo cuando no juego? Un pobre huérfano abandonado en las calles de las sensaciones, tiritando de frío en las esquinas de la realidad, teniendo que dormir en los escalones de la
tristeza y que comer el pan regalado de la fantasía. De un padre sé el nombre; me han dicho que se llama Dios, pero el nombre no me da idea de nada. A veces, de noche, cuando me siento solo, le llamo y lloro, y me hago una idea de él a la que poder amar... Pero después pienso que no le conozco, que quizás no sea así, que quizás no sea nunca ese padre de mi alma... Si un día viniese Dios a buscarme y me llevase a su casa y me diese calor y afecto... Alzo los ojos y veo las estrellas que no tienen ningún sentido..."

F. Pessoa

Ahi esta el fragmento del que te hablaba... para tus momentos existenciales.

verelogia dijo...

Cómo creer en alguien del que todos hablan y nadie conoce? Lo que conocen no será sino un reflejo de sus propias bondades y maldades, miedos y debilidades? Insisto que ahora, oh maldita Psicología y maldito Manu, puedo pensar que la religión en solo eso, el reflejo de nosotros mismos, nuestras carencias, nuestra falta de autoregulación, la externalización de nuestras responsabilidades. La institución religiosa controla a la población y maneja su conducta. Es una pena ser preso de su propio Dios y regularse de acuerdo a las penas del infierno y la gracia del cielo. Prefiero regularme por mi propia ética, por mis propias reflexiones acerca del bien y del mal....
Es duro quebrar todos nuestras estructuras...

Mariela dijo...

Creo que hay una sóla palabra, y esta es "Fe".
=)