domingo, noviembre 22, 2009

La ArMaDuRa

- Sois muy afortunado - comentó - Estáis demasiado débil para correr.
- ¿Y eso qué quiere decir? - preguntó con brusquedad el caballero.
Merlín sonrió por respuesta.
- Una persona no puede correr y aprender a la vez. Debe permanecer en un lugar durante un tiempo.



- Bebed esto - le ordenó.
- ¿Qué es? - preguntó el caballero, mirando la copa receloso.
- ¡Estáis tan asustado! - dijo Merlín - Por supuesto, por eso os pusisteis la armadura desde el principio.(...)
El caballero se encogió de hombros y sorbió el líquido por la caña. Los primeros sorbos le parecieron amargos, los siguientes más agradables, y los últimos tragos fueros bastante deliciosos.
Agradecido, el caballero le devolvió la copa a Merlín.(...)
- ¿Qué es ? - preguntó el caballero.
- Vida.
- ¿Vida?
- Si - dijo el sabio mago. - ¿No os pareció amarga al principio y, luego, a medida que la degustabais, no la encontrabais cada vez más apetecible?.
El caballero asintió.
- Sí, los últimos sorbos resultaron deliciosos.
- Eso fue cuando empezasteis a aceptar lo que estabais bebiendo.
- ¿Estáis diciendo que la vida es buena cuando uno la acepta? - preguntó el caballero.
- ¿Acaso no es así? - replicó Merlín, levantando una ceja divertido.
- ¿Esperáis que acepte toda esta pesada armadura?.
- Ah - dijo Merlín - no nacisteis con esa armadura. Os la pusisteis vos mismo. ¿Os habéis preguntado por qué?.


- ¿Qué es la Fuente? - preguntó el caballero.
- Es el poder misterioso e invisible que es el origen de todo.
- No entiendo - dijo el caballero.
- Eso se debe a que intentáis comprender con la mente, pero vuestra mente es limitada.
- Tengo una mente muy buena - le discutió el caballero.
- E inteligente - añadió Merlín - Ella te atrapó en esa armadura.
El caballero no pudo refutar eso. Luego recordó algo que Merlín le había dicho nada más llegar.
- Una vez me dijisteis que me había puesto esta armadura porque tenía miedo.
- ¿No es eso verdad? - respondió Merlín.
- No, la llevaba para protegerme cuando iba a la batalla.
- Y temíais que os hirieran de gravedad o que os mataran - añadió Merlín.
- ¿Acaso no lo teme todo el mundo?
Merlín negó con la cabeza.
- ¿Y quién os dijo que teníais que ir a la batalla?
- Tenía que demostrar que era un caballero bueno, generoso y amoroso.
- Si realmente erais bueno, generoso y amoroso, ¿por qué teníais que demostrarlo?

El caballero de la Armadura oxidada - Robert Fisher