Hoy llegué al punto máximo que recuerdo. Sentir que el tiempo te pisa los talones y tus sueños dependen de la rapidez con que la burocracia y los contactos funcionen. Mi cabeza estaba adormecida y era como si alguien me llevara de un lado para otro tomada del pelo. En fin, luego de varias horas la sensación termino y me dispuse a terminar (y empezar) de hacer las cosas que tengo que hacer. Nuevamente los pensamientos se entrelazan y hacen ojitos: la esperanza camina y el miedo la intenta seguir, y es que siempre va a ser una posibilidad el rechazo. Esperemos que sirva de algo el segundo y tercer plan en caso de incendios.
Y mientras hago toda clase de ovillos en mi mente, recuerdo este tema que escuché hace 8 años atrás, y desde entonces cada vez que la escucho me trae un sabor amargo a melancolía y resignación a la vida que viven(imos?) la mayoría de los adultos sin tener un tiempo de calidad para regalarnos...
Gente que se despierta cuando aún es de noche
y cocina cuando cae el sol
gente que acompaña gente en hospitales, parques
gente que despide, o que recibe a gente en los andenes
gente que va de frente
que no esquiva tu mirada
y que percibe en el viento cómo será el verano
cómo será el invierno.
Dos, tres horas para disfrutarte
y dos de cada siete días para darte
un pasaje en la más bella historia de amor.
Dos, tres horas para contemplarte
y dos de cada siete días para darte
me acomodo en un rincón de tu corazón.
Gente que pide por la gente en los altares
en las romerías
gente que da la vida, que infunde fe
que crece y que merece paz
gente que se funde en un abrazo en el horror
y que comparte el oleaje de su alma
gente que nos renueva la pequeña esperanza
de un día vivir en paz.
Dos, tres horas para disfrutarte
y dos de cada siete días para darte
un pasaje en la más bella historia de amor.
Dos, tres horas para contemplarte
y dos de cada siete días para darte
te acomodo en un rincón de mi corazón.
Para vivir así en miradas transparentes
recibir su luz definitivamente
nubes van y van y van pasando
pero aquella luz nos sigue iluminando.
Qué fresca es la sombra que ofrecen
qué limpia el agua dulce de sus miradas
es por ti que empiezo un nuevo día
hay ángeles entre nosotros.
Dos, tres horas para disfrutarte
y dos de cada siete días para darte
un pasaje en la más bella historia de amor.
Dos, tres horas para contemplarte
y dos de cada siete días para darte
me acomodo en un rincón de tu corazón.
Dos, tres horas para disfrutarte
y dos de cada siete días para darte.
Dos, tres horas para disfrutarte
y dos de cada siete días.
Dos, tres horas para disfrutarte
y dos de cada.
Dos, tres horas para disfrutarte.
Dos, tres horas.
Y mientras hago toda clase de ovillos en mi mente, recuerdo este tema que escuché hace 8 años atrás, y desde entonces cada vez que la escucho me trae un sabor amargo a melancolía y resignación a la vida que viven(imos?) la mayoría de los adultos sin tener un tiempo de calidad para regalarnos...
Gente que se despierta cuando aún es de noche
y cocina cuando cae el sol
gente que acompaña gente en hospitales, parques
gente que despide, o que recibe a gente en los andenes
gente que va de frente
que no esquiva tu mirada
y que percibe en el viento cómo será el verano
cómo será el invierno.
Dos, tres horas para disfrutarte
y dos de cada siete días para darte
un pasaje en la más bella historia de amor.
Dos, tres horas para contemplarte
y dos de cada siete días para darte
me acomodo en un rincón de tu corazón.
Gente que pide por la gente en los altares
en las romerías
gente que da la vida, que infunde fe
que crece y que merece paz
gente que se funde en un abrazo en el horror
y que comparte el oleaje de su alma
gente que nos renueva la pequeña esperanza
de un día vivir en paz.
Dos, tres horas para disfrutarte
y dos de cada siete días para darte
un pasaje en la más bella historia de amor.
Dos, tres horas para contemplarte
y dos de cada siete días para darte
te acomodo en un rincón de mi corazón.
Para vivir así en miradas transparentes
recibir su luz definitivamente
nubes van y van y van pasando
pero aquella luz nos sigue iluminando.
Qué fresca es la sombra que ofrecen
qué limpia el agua dulce de sus miradas
es por ti que empiezo un nuevo día
hay ángeles entre nosotros.
Dos, tres horas para disfrutarte
y dos de cada siete días para darte
un pasaje en la más bella historia de amor.
Dos, tres horas para contemplarte
y dos de cada siete días para darte
me acomodo en un rincón de tu corazón.
Dos, tres horas para disfrutarte
y dos de cada siete días para darte.
Dos, tres horas para disfrutarte
y dos de cada siete días.
Dos, tres horas para disfrutarte
y dos de cada.
Dos, tres horas para disfrutarte.
Dos, tres horas.
Pd. Esta canción es azul...
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