domingo, septiembre 27, 2009

CaBeZa O cOrAzÓn

Alguien me dijo ayer que "el hombre quiere con la cabeza y la mujer con el corazón". En ese momento pensé que efectivamente la mujer quiere con el corazón, pero que el hombre quiere con el resto de las partes de su cuerpo. Querer con el corazón significa querer con las zonas más instintivas de nuestro cerebro, donde la racionalidad no tiene cabida y el sentimiento se prolonga más allá de las situaciones que puedan ocurrir. Querer con el resto del cuerpo empieza con la piel y los ojos, querer solo aquello que podemos tocar o ver en los momentos que lo necesitemos, y se relaciona fuertemente con la inmediatez que ha logrado el ser humano en esta época, haciendo real aquello de "ojos que no ven, corazón que no siente". Con la cabeza, pensando, reflexionando y custionándose, planificando y calculando más allá del propio querer. A mi parecer, si uno es capaz de planificar y calcular en base al querer, logra no querer, pues deja de lado lo instintivo y espontáneo de ese sentimiento, pero ¿será posible generalizar estas formas de querer entre las mujeres y los hombre?, ¿cuál forma de querer representa mejor al genuino sentimiento de querer?, ¿podemos querer racionalmente? Sin duda si lográramos responder estas preguntas comprenderíamos mucho de lo que pasa en nuestras relaciones, pero tal vez perdería la emoción que resulta de la experiencia y el aprendizaje del amor. A mí, me queda mucho por aprender...

Buscando en mis antiguos archivos del blog, encontré una parte del libro "Con el coco en el diván" que me llamó la atención:

"El amor tiene dos componentes que son igualmente importantes: uno es el sentimiento de que, para que sea amor de pareja, éste debe tener incorporado un alto grado de erotismo, porque de lo contrario estaríamos hablando de un amor amistoso. Si bien es muy cierto que el amor debe cultivarse y trabajarse todos los días para hacerlo crecer, también hay otro componente fundamental que permite que una pareja dure para toda la vida: la decisión de amar, de establecer el compromiso, decidir estar con el otro "a pesar de". Quizás por lo mismo es que el amor se prueba más cuando hay dificultades que cuando lo pasamos bien. Parece fácil amar cuando me están queriendo, pero cuesta más, cuando nos han hecho daño y tenemos que re-estructurar nuevamente nuestro compromiso. (...) "Tener pareja" es igual que ir a la universidad: no basta con entrar a ella, hay que mantenerse adentro. "

2 comentarios:

Mariela dijo...

Si! el amor es decisión, y ahí esta lo cognitivo y lo emocional en conjunto, sin un orden específico que guíe su accionar, ni modo operandi de expresión =)
es natural que nos busquemos explicaciones a todo, está en nuestra naturaleza de científicos de nuestra vida, sin embargo, me agrada la posición neutral de no generalizar... pues todas las experiencias son distintas entre otras... por lo tanto, hay que continuar aprendiendo =)
Un abrazotote, me avisan para su coffe chilensis, la prox. vez si que voy.

Mariela dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.