Hay que hacer muchas cosas todavía:
barrer el patio,
regar las margaritas,
sacudirnos las alas, y pintarlas de nuevo
con los colores que nos presta el día.
Cantar en la guitarra
y echar al viento las semillas
y acurrucar en un altar secreto
las penas nuevas que nos guarda el día.
Hay que hacer muchas cosas;
retomar la canción vieja y perdida,
beber sus aguas, caminar su tierra
mientras sabemos que aún es nuestro el día.
Y aprisionar la sombra
(ella sufre tremendas pesadillas)
es nostálgica y llena de locuras;
nos vuelve trágicos a mitad del día.
¡Hay que hacer muchas cosas!
abrir el sol, levantar nuestras cortinas,
que ya tendremos tiempo suficiente
de beber sombras cuando acabe el día.
MATILDE CASAZOLA
(Bolivia-1943)
De "Los racimos"
1 comentario:
suerte monga!
mucho animo y aprovecha harto... a la vuelta te espero con el cafe que hace tiempo no tomamos...
Dicen que es mejor tener muchas cosas que hacer que no tener ninguna...
un abrazo!
Publicar un comentario